El retail cierra un año negro y expertos proyectan una lenta recuperación para 2024
La inflación, menor inversión, un mercado laboral deprimido y una alta base de comparación, han golpeado a la industria. Empresas del sector enfrentan mayores niveles de endeudamiento y bajas de clasificación.
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Cuando la Cámara Nacional de Comercio (CNC) salió a hacer su encuesta para la temporada navideña, el momento clave del año para el sector, un 33% de los encuestados aseguró que gastaría menos. El panorama económico, que ha tenido al comercio minorista como uno de los principales afectados, pesaba a la hora de comprar los regalos.
Esto es solo un síntoma de lo que ha sido un año negro para el retail. Según los índices de la CNC, entre enero y octubre las ventas del comercio han caído un 11% real anual. En las regiones de Valparaíso, Biobío y La Araucanía, el gremio registró, a octubre, 18 meses seguidos de bajas.
Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la CNC, explica que en las caídas de las ventas influyó una alta base de comparación respecto al boom del consumo que sucedió a los retiros de las AFP, pero que luego la contracción empezó “a ser más fuerte de lo que se pensaba y la recuperación a ser más lenta de lo que se esperaba”.
Ello, debido a la alta inflación, que afectó el poder adquisitivo y la carga financiera de los hogares, junto con un mercado laboral y una inversión también golpeados, lo que también incidió en el consumo.
La caída, entonces, dice la economista, se vio con más fuerza en los bienes que no son de primera necesidad.
Impacto financiero
Fiel reflejo de ello son los estados financieros de las grandes empresas del retail. Las compañías enfocadas en el comercio discrecional son las que más han sufrido por la caída en el consumo, mientras que los supermercados han sorteado la ola con más tranquilidad.
Así, se ha visto cómo distintas clasificadoras de riesgo han bajado las notas de firmas como Falabella, Ripley e Hites. El caso de La Polar y AD Retail -matriz de Abcdin- es otro síntoma: las compañías buscan fusionarse, tras concluir que por sí solas, no son viables.
María Ignacia Flores, senior research de Renta Variable en Credicorp Capital, apunta a que al panorma descrito se sumaron otras presiones en los márgenes, como elevados niveles de inventario e inflación que impactaron en los costos.
“Una tormenta perfecta considerando la menor dilución de gastos fijos debido a la comprensión de top line (generación de ingresos), que desencadenó en fuertes deterioros a nivel de Ebitda, sobre todo para las compañías dedicadas al consumo más discrecional como Falabella y Ripley, llevando a su vez al deterioro de los ratios de endeudamiento”, dice Flores.
Paula Acuña, analista senior de la clasificadora de riesgo Humphreys, también alude al aumento de la deuda, lo que, agrega, genera mayores dificultades para acceder a financiamiento.
“El negocio de ventas al detalle y financiero es sensible a ciclos económicos, por tanto, frente a un escenario de alto desempleo, tasas de interés elevadas, disminución del ahorro interno y alta inflación, reduce la demanda en este sector y, en consecuencia, los resultados se ven deteriorados”, afirma.
Además, apunta a que las empresas tuvieron que generar promociones para bajar los niveles altos de inventario, lo que presionó aún más los márgenes.
No obstante, destaca que “lo relevante está en la capacidad de las empresas de soportar los periodos recesivos y posteriormente aprovechar un mejor entorno cuando las condiciones de la demanda muestren recuperación, posicionándose de mejor forma frente a sus pares medido a través de la participación de mercado”.
¿Recuperación 2024?
Silva, de la CNC, explica que en el gremio se proyecta una mejora para el próximo año. Sin embargo, subraya que ello depende de una serie de factores que están engranados entre sí: la incertidumbre económica, que define el nivel de inversiones, que a su vez afecta el empleo, lo que también impacta en el consumo.
La reactivación del mercado laboral es clave, afirma la economista, porque para el sector comercio es muy importante la masa salarial, indicador que considera el crecimiento tanto de los ocupados como de los ingresos reales de las personas.
“Aunque el punto de inflexión no está completamente claro, con un cuarto trimestre de 2023 aún mostrando un consumo disminuido, anticipamos una recuperación moderada en los ingresos hacia 2024, alrededor del 5%”, estima Flores, de Credicorp.
La analista señala que retailers como Falabella y Ripley han llevado a cabo iniciativas de eficiencias relacionadas a reducción de dotación, automatización de procesos, centralización de gastos y manejo de inventario, entre otros, que deberían ayudar a reducir los gastos. Respecto al precio de los activos financieros, añade que será importante monitorear la velocidad con que se estabilice el Ebitda y cómo se ejecuten los planes para reducir deuda que están impulsando algunas empresas.
Por otro lado, Acuña, de Humphreys, también apunta a una recuperación más lenta de lo previsto. “Si bien se espera una mejora en las variables económicas nombradas anteriormente, el acceso a liquidez por parte de las personas podría tomar un tiempo superior al de la recuperación en indicadores macroeconómicos”, proyecta.